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Editorial Bedout

Pasta Blanda, 154 Páginas. Libro leído en buen estad                "... Fernando González encara en Los negroides lo que consideraba el problema fundamental de Suramérica: l  a vanidad.       La define como   «carencia de sustancia,  apariencia vacía».   Opone a ésta, como único medio de superación, la libre expresión de la personalidad, es decir, el orgullo, la egoencia: «El orgullo es fruto del desarrollo de la personalidad, por ende, contrario a la vanidad». Somos vanidosos en casi todo lo que hacemos, padecemos como pocos las consecuencias nefastas de la mediocridad y la indisciplina, ocultamos la verdad para quedar bien, vivimos del decorado, nos es imprescindible el barniz, el lavado, el toque de pintura, somos esclavos del qué dirán. Además, nos avergonzamos de nuestras raíces ancestrales, odiamos al indio y al negro que hay en nosotros, preferimos la imagen del europeo o la del gringo, en todo caso, la del blanco. Así somos la mayor parte de los colombianos, «sepulcros blanqueados», gentecilla hipócrita y vacía, aferrada a ideales y modelos ajenos. Y por eso es realmente un espectáculo grotesco, abyecto, este paisito nuestro..."

Los Negroídes - Fernando González - Editorial Bedout

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Pasta Blanda, 154 Páginas. Libro leído en buen estad                "... Fernando González encara en Los negroides lo que consideraba el problema fundamental de Suramérica: l  a vanidad.       La define como   «carencia de sustancia,  apariencia vacía».   Opone a ésta, como único medio de superación, la libre expresión de la personalidad, es decir, el orgullo, la egoencia: «El orgullo es fruto del desarrollo de la personalidad, por ende, contrario a la vanidad». Somos vanidosos en casi todo lo que hacemos, padecemos como pocos las consecuencias nefastas de la mediocridad y la indisciplina, ocultamos la verdad para quedar bien, vivimos del decorado, nos es imprescindible el barniz, el lavado, el toque de pintura, somos esclavos del qué dirán. Además, nos avergonzamos de nuestras raíces ancestrales, odiamos al indio y al negro que hay en nosotros, preferimos la imagen del europeo o la del gringo, en todo caso, la del blanco. Así somos la mayor parte de los colombianos, «sepulcros blanqueados», gentecilla hipócrita y vacía, aferrada a ideales y modelos ajenos. Y por eso es realmente un espectáculo grotesco, abyecto, este paisito nuestro..."